Dada la necesidad de espacio se solicita remodelar el patio pequeño que se encuentra detrás de la escuela, ubicada en el barrio Bellavista, y poder generar ahí una sala y un lugar de reuniones con biblioteca.

Debido a las pequeñas dimensiones del espacio se pensó en la máxima eficiencia, multifuncionalidad y flexibilidad, respetando lo existente; pontenciándolo y aportando nuevas virtudes al espacio.

Para eso se pensó en un patio que mantuviera los actos que proporcionaban la pileta existente y los árboles, dejando los lugares de estar en un costado, para instalar los recorridos en el centro.

La sala de primer piso se pensó en un nivel más alto que el resto del patio, con puertas correderas que permitían usarla como escenario, dejando el patio para el público. Esto permitía presentar obras o bien hacer clases.

El segundo nivel se pensó subdividido en dos, uno para reuniones y otro para biblioteca, y una terraza. Esta a su vez posee una celosía en bambú que separa las actividades y les otorga independencia y privacidad, requerimientos propios de salas de reuniones y bibliotecas.

Se pensó en materiales nobles que dialogaran entre si y evocarán la naturaleza, como piedra, bambú, agua y vegetación.